Dios nos creó para darle la gloria a Él en esta tierra y para ser parte del trabajo de Su Reino. Nuestro trabajo es un medio para honrar al Señor como parte integral del plan de su creación. Estamos ungidos para ser sus siervos y por lo tanto debemos seguir el camino hacia la madurez espiritual para poder cumplir con el plan perfecto que Él tiene para nuestras vidas.